Encontrar un Buen Proveedor de Salmón Congelado para Hostelería: Claves para el Éxito

La hostelería es un sector que demanda calidad y frescura en todos los ingredientes que se utilizan en la cocina. Uno de los alimentos más apreciados y versátiles es el salmón. Este pescado, conocido por su sabor delicado y su perfil nutricional excepcional, se ha convertido en un favorito en restaurantes y establecimientos de hostelería en todo el mundo. Sin embargo, encontrar un buen Proveedor de salmon congelado para hosteleria es esencial para garantizar la satisfacción de los clientes y mantener la reputación de tu negocio.

  1. Calidad y Frescura del Producto

La calidad del salmón es primordial. Busca un proveedor que ofrezca salmón congelado de primera calidad, preferiblemente de origen salvaje o de piscifactoría de confianza. Un buen salmón debe tener un color vibrante, una textura firme y un aroma fresco y marino. Pide muestras o visita las instalaciones del proveedor si es posible para evaluar la calidad por ti mismo.

  1. Variedad de Productos

La versatilidad del salmón hace que sea deseable contar con una variedad de cortes y presentaciones. Un buen proveedor debe ofrecer opciones que se adapten a las necesidades de tu menú, como filetes, lomos, ahumados, marinados y más. La capacidad de elegir entre diferentes tipos de salmón, como el salmón atlántico, el salmón del Pacífico o el salmón de Alaska, también puede ser una ventaja para satisfacer las preferencias de tus clientes.

  1. Certificaciones de Calidad y Sostenibilidad

La sostenibilidad es cada vez más importante en la industria alimentaria. Busca proveedores que estén comprometidos con prácticas pesqueras sostenibles y que cuenten con certificaciones reconocidas, como el sello del Consejo de Administración de Pesca Marina (MSC, por sus siglas en inglés) o el Aquaculture Stewardship Council (ASC). Estas certificaciones garantizan que el salmón proviene de fuentes responsables y que se han seguido prácticas sostenibles en su producción.

  1. Proceso de Congelación y Almacenamiento

La calidad del salmón congelado depende en gran medida del proceso de congelación y almacenamiento. Asegúrate de que el proveedor utilice métodos de congelación rápida que mantengan la frescura y la textura del salmón. Además, verifica que se almacene a las temperaturas adecuadas para evitar la formación de cristales de hielo que puedan afectar la calidad del pescado.

  1. Logística y Entrega Confiables

La puntualidad en la entrega es crucial para los negocios de hostelería. Asegúrate de que el proveedor tenga una logística eficiente y que pueda entregar el producto congelado en el momento que lo necesitas. Un proveedor confiable minimiza los problemas relacionados con la disponibilidad del producto y garantiza que siempre tengas salmón fresco a tu disposición.

  1. Atención al Cliente y Servicio Postventa

Una relación sólida con tu proveedor es esencial. Opta por un proveedor que ofrezca un buen servicio de atención al cliente y esté dispuesto a resolver cualquier problema o inquietud que puedas tener. Además, considera el servicio postventa, como la posibilidad de devoluciones o reemplazos en caso de problemas con el producto entregado.

Elegir el proveedor adecuado de salmón congelado para hostelería es una decisión estratégica que puede influir en la calidad de los platos que ofreces y en la satisfacción de tus clientes. Prioriza la calidad, la sostenibilidad y la fiabilidad en tu elección. Un proveedor confiable de salmón congelado no solo contribuirá al éxito de tu negocio, sino que también te ayudará a mantener una excelente reputación en el competitivo mundo de la hostelería. Invierte tiempo en investigar y seleccionar el mejor proveedor que se adapte a las necesidades y estándares de tu establecimiento.

Verduras listas para utilizar, el truco de los mejores chefs

El trabajo en la cocina suele ser bastante más de lo que aparenta. Para conseguir platos ricos y bien elaborados hay que realizar diferentes procesos que llevan tiempo. Y este tiempo es oro en cocinas de establecimientos de hostelería.

Hay cosas que no pueden acelerarse, como un buen caldo casero elaborado a fuego lento. Pero sí hay otras que pueden ahorrarse sin que se comprometa el sabor del plato. Por ejemplo, la elaboración de las verduras.

Una simple ensalada con diferentes tipos de lechuga y de brotes implica tener que coger la pieza, lavarla, seleccionar las hojas y trocearlas. Pero abrir una bolsa con una cuidada selección de brotes y hojas de lechuga frescas y listas para ser usadas, no lleva más que unos segundos y el resultado es absolutamente el mismo ya que el toque personal de la preparación va en el aliño y los acompañantes de la verdura.

En el caso de otros platos que llevan verduras, como menestras, ensaladillas o acompañamientos para guisos, la preparación es incluso mayor ya que además de limpiar y preparar las verduras hay que trocearlas en la forma que el plato exige. Pelar patatas y cortarlas en dados para una ensaladilla es un trabajo que lleva mucho tiempo y que tiene poco sentido cuando se pueden comprar mezclas de verduras congeladas para hosteleria de excelente calidad y que están listas para ser usadas.

La verdura no pierde calidad ni sabor cuando se congela, sobre todo si el producto original es de calidad. Y el trabajo que se ahorra es más que importante. Esto, sumando todos los platos y día tras día, supone muchas horas de ahorro de tiempo en la cocina. Además, se juega con la ventaja de que se puede trabajar con las mismas verduras todo el año sin depender de si es o no temporada. Y el precio de la verdura congelada es bastante económico, otra ventaja a mayores.

Hay algunos platos para los cuales la verdura fresca es importante y no se puede comprar ni congelada ni preparada, pero son platos específicos de temporada que se pueden incluir en la carta a mayores, gracias en parte al tiempo que se ahorra en otras preparaciones. Gracias a esta optimización del tiempo y de los recursos se pueden preparar platos de manera mucho más rápida y dar una mejor atención al cliente.

Carne de ave, sana y a buen precio

La carne de ave es de la que tiene mejor prensa porque es muy saludable. El pollo y el pavo son las carnes de ave más consumidas en nuestro país y destacan porque tienen muy poca grasa, sobre todo las pechugas y, además, pueden cocinarse de muchísimas formas. Pero también podemos encontrar cortes más jugosos, como los muslos y contramuslos que, sin dejar de ser carne sana resultan menos secos y tienen más sabor. 

Por supuesto, las alitas de pollo también forman parte de la carne de ave, aunque en este caso es la parte más grasa y por tanto la menos recomendada si el objetivo es tratar de perder peso. Pero es ideal para un capricho que siempre será mucho mejor que otros como hamburguesas industriales de cerdo o de ternera.

Otra de las ventajas de la carne de ave es que tiene un precio muy aceptable, sobre todo si se compra el pollo entero. En casa se puede cortar como más nos guste o pedirle al carnicero que lo trocee. Esto es ideal para la vivienda. Pero en la hostelería hay trozos de pollo que no se trabajan y normalmente, en los menús se ofrecen sobre todo los muslos y en algunos casos las pechugas. Por eso, lo habitual es comprar tan solo estos cortes. Incluso pechugas ya fileteadas para poder ofrecer este plato ya sea a la plancha o en milanesas.

Las aves congeladas que se venden ya troceadas son una excelente opción para la hostelería para poder tener siempre a mano estos cortes que necesitan y en cantidad. Y de una manera muy limpia y además en tamaños bastante similares, para que las raciones sean equitativas. 

Además del pollo y de los cortes de pavo, también se pueden comprar congelados pollos picantones, para servir enteros o sabrosas codornices. Este tipo de platos son muy apreciados en diferentes preparaciones y presentaciones. Las pechugas de codorniz son un plato de prestigio por el que algunos restaurantes llegan a hacerse conocidos. Bien preparadas pueden atraer a mucha gente que acuda para poder saborear esta delicia.

 

Pero incluso si lo que preparas en tu restaurante son tapas de diferentes tipos, puedes comprar el pollo congelado ya cortado en tiras para empanar o en tacos para adobar, dos peticiones muy solicitadas por quienes quieren un picoteo delicioso y muy económico que, además, no da mucho trabajo a la cocina.

 

4 trucos para hacer las mejores tostas

  1. Un pan de base de calidad. Da igual que hayas escogido los mejores ingredientes para tu plato y que estos tengan la mejor combinación. Si el pan de base no es bueno puedes echar a perder tu tosta. Un buen ejemplo es cuando vemos cómo nos sirven esto en un trozo de pan de molde. No puede haber forma más rápida de estropear una receta con la que es prácticamente imposible fallar.

El pan de pueblo o similar, con apariencia rústica y elaborado con masa madre, es el mejor para prepararlas. Hay que cortar una rebanada que no debe de ser excesivamente fina para que no rompa, pero tampoco muy gruesa para que nos permita saborear bien todo lo que lleve encima.

  1. Ingredientes deliciosos y sorprendentes. Las tostas aceptan prácticamente cualquier ingrediente que podamos imaginar. Pero los ingredientes de calidad le darán a este plato su toque especial. Si sumamos ingredientes diferentes a los habituales, conseguiremos despertar la curiosidad de los comensales. Podemos Comprar online queso azul de los pirineos y hacer que nuestros invitados o clientes saboreen una tosta diferente, con un tipo de queso que no es el que normalmente se usa para estos platos, pero que sin duda alguna va a encajar perfectamente.

No dudes en probar todas las combinaciones que se te ocurran para crear nuevas tostas cada vez, pero no olvides que debes de probarlas siempre tú antes de hacerlas para otras personas.

  1. Fuego lento y un toque final de gratinado. El pan debe de tostarse a fuego lento para que también se tueste por el interior sin quemarse por fuera. Una vez que el pan está listo se montan los ingredientes y, si la tosta así lo pide, se gratina para que quede absolutamente perfecto. Cuando la tosta lleva queso, este debe de quedar perfectamente fundido y solo en casos especiales debe de verse tostado. Lo mejor es que a la vista lo percibamos cremoso y con una tonalidad natural para que no se altere su sabor.
  2. Una presentación impecable. Comemos con los ojos y por eso la tosta tiene que tener una presentación absolutamente impecable. Desde la elección del plato hasta la colocación de los ingredientes todo tiene que ser cuidadoso y con muy buen gusto para que al llegar a la mesa se vea apetitoso incluso antes de haberlo probado. No olvides que todo lo que facilita el corte y la comida también será visto con buenos ojos por quién lo recibe.

Una mezcla de verduras perfecta para cada ocasión

En una cocina profesional el tiempo es oro. Poder realizar la mayor variedad de platos, con calidad y sabor, pero en el periodo de tiempo más corto es muy importante. Por eso, en muchas cocinas el trabajo comienza horas antes de que comiencen a llegar los comensales.

Los cocineros preparan previamente todo lo que es posible tener listo con antelación para ahorrar tiempo al cocinar: cuencos con sofrito y otras salsas listas para ser utilizadas, barreños con patatas peladas y cortadas sumergidas en agua y listas para ser utilizadas, carnes y pescados cortados y adobados…

Todo este trabajo requiere de mucho tiempo y hace que los horarios de un restaurante puedan llegar a alargarse mucho cada día. Uno de los trabajos que más tiempo consume es la preparación de las verduras. Las verduras se utilizan para prácticamente la mayoría de los platos. Hay que tener a mano verduras listas para realizar un sofrito, para cocinar una menestra o para preparar un sabroso revuelto. Y no podemos olvidar las parrilladas de verduras o las ensaladillas, platos estrella del verano. A esto añadimos la limpieza de las verduras para ensaladas.

Una de las maneras más prácticas de llevar a cabo todos estos platos y de ahorrar muchas horas de preparación en la cocina es contando con un buen Proveedor de mezclas de verduras congeladas. Esto nos permitirá contar con verduras ya limpias, troceadas y mezcladas en la debida proporción, listas para cada tipo de plato. Mezcla para sofreír, para realizar una menestra o una ensaladilla que solo tenemos que coger de la bolsa y echar en la sartén o en la olla. Y sin que nos quedemos nunca cortos en lo que hemos preparado ni nos sobre verdura cortada que habrá que tirar.

Para las ensaladas la opción de la verdura limpia en bolsas siempre es una opción a valorar. Si bien su precio es más caro, el tiempo que se ahorra a la hora de preparar platos y platos de ensalada así como la buena conservación de estos productos en la nevera, hace que al final salga a cuenta recurrir a este gran comodín para poder servir a todos los clientes rápido, bien y con calidad. Se evitan además errores humanos como una limpieza incorrecta, que pueden acabar con quejas de los clientes al encontrarse verduras sucias o algún insecto en el plato.

Dando el relevo 

Desde que nació nuestro hijo, mi mujer ha sido la que ha liderado en la mayor parte de los casos el tema de la alimentación. No es que nos repartiésemos las tareas, sino que fuimos ocupándonos cada uno de lo que creíamos se nos iba a dar mejor. Aunque yo no soy un completo ‘iletrado’ en las artes culinarias, mi mujer cocina más y mejor que yo, así que era lo lógico. Y lo cierto es que ha hecho una gran labor porque el niño come muy bien. 

Pero después de tres años con el tema me ha pedido que tome un poco el relevo y me parece comprensible: mucho tiempo de esforzarse en que el niño coma y que coma sano que no es tan fácil a medida que crece y empiezan a aparecer en su vida las chucherías y la comida basura. No es que ahora desconecte por completo de la cocina, pero sí que seré yo un poco el que diseñe los menús y luego, entre los dos, los vamos preparando.

Queremos reforzar un poco algunos aspectos de la alimentación del niño y me va a tocar a mí enfocarlo. Por ejemplo, a él le gusta mucho la carne y el pollo. Uno de los platos preferidos del niño es la suprema que hace su madre que la verdad es que le queda deliciosa. Pero el problema que surge con algunos de estos platos es que luego lo pide demasiado y se engancha. 

Desde luego, no está mal comer de vez en cuando pollo empanado y relleno, pero eso provoca que coma menos de otros alimentos tanto o más necesarios. Y lo que ahora queremos reforzar es el pescado. Le gusta bastante, no es que le haga ascos, pero sí es verdad que prefiere la carne. Entonces, a veces, cuando toca pescado nos pide una suprema y no se la podemos dar. Y alguna vez termina llorando y demás. Para hacer un buen menú, además, hay que tener en cuenta lo que comen en el cole para complementar, no repetir y mantener un equilibrio.

La importancia de la materia prima

Son muchos años en este negocio y he ido aprendiendo a base de trompazos como diría mi abuelo. Porque si no aprendes de una manera, tendrás que hacerlo de otra: pero es indispensable para progresar en cualquier negocio. En el sector de la hostelería abunda la picaresca y más en España, por eso hay que andarse con mucho ojo, pero ya digo que con el tiempo uno va aprendiendo a moverse sobre arenas movedizas.

Uno de los aspectos decisivos en este negocio es el de la materia prima. A todos nos gustaría poder seleccionar nosotros mismos cada producto que luego servimos a nuestros clientes, pero eso es imposible, al menos en un ámbito como el mío. No sé si los súper cocineros que aparecen en la tele van al campo a seleccionar cada judía que ofrecen a sus comensales, pero yo debo confiar en distribuidores que me ofrezcan judias congeladas para hosteleria. Pero igual que las que se seleccionan en el campo, deben ser de la máxima calidad.

Y aquí es donde uno va cogiendo experiencia. El trato con productores y distribuidores es un aspecto que hay que dominar. Ellos deben confiar en ti, pero sobre todo tú debes confiar en ellos porque en el fragor de la batalla, como yo suelo decir, es decir en el día a día del restaurante preparando los menús y los platos y dirigiendo una cocina, poco tiempo hay para fallar, para que, de repente, te des cuenta de que la partida de judías congeladas para hostelería no es la que pediste o no es de la calidad suficiente. 

En este negocio, la mayoría de los propietarios de restaurantes acabamos teniendo relaciones muy estrechas con los distribuidores. Se genera confianza y así estás (casi) seguro que no te van a dar gato por liebre. Con todo siempre hay algún caso en el que la mercancía no se corresponde con el precio que pagaste por ella y es hora de reclamar y tal vez buscar un nuevo proveedor. De cualquier manera, a ellos también les interesa cumplir porque la imagen es importante: y si fallan con uno, siempre se correrá la voz.

4 razones para alimentar tu flora intestinal

La flora intestinal está formada por bacterias y fibras no solubles. Recubre el interior del intestino y tiene múltiples funciones, por lo que hay que esforzarse en mantenerla cuidada y en perfectas condiciones. Estas son algunas de las razones para alimentar tu flora intestinal y cuidarla.

1- Para combatir la diarrea. Las diarreas pueden estar causadas por muchas razones, una de ellas son los virus intestinales. Cuando se tiene una diarrea es frecuente que la flora intestinal se dañe, por lo que puede volverse más persistente todavía. Al consumir probióticos y prebióticos tanto en cápsulas como los contenidos en alimentos como los yogures, se está reponiendo esta flora dañada y se contribuye a mejorar más rápido.

2- Para combatir el estreñimiento. Si la diarrea es incómoda y molesta, el estreñimiento no lo es menos. Y lo curioso es que la flora intestinal, como la contenida en los bifidus, sirve tanto para mejorar de la diarrea como para conseguir una mayor frecuencia de evacuación. En definitiva, lo que hace es regular el vientre y conseguir que funcione de una forma sana y natural.

3- Para aprovechar los nutrientes de los alimentos. Cuando la flora intestinal está fuerte, realiza a fondo su función. Esto es, consigue que se absorban correctamente los nutrientes de los alimentos. Si la flora está en mal estado, esta absorción puede no hacerse de un modo correcto y eso conlleva problemas, como por ejemplo anemias.

La persona puede estar pensando que come bien y que por tanto cubre sus necesidades, pero no ser así en absoluto porque parte de los nutrientes se eliminan al no ser correctamente absorbidos.

4- Para que tus defensas estén fuertes. El sistema de defensas del organismo está íntimamente ligado al correcto funcionamiento del intestino. Cuando falla la flora intestinal surgen dos problemas. Por un lado, lo que hemos visto de que no se absorben correctamente los nutrientes. Las defensas, por tanto, no reciben su alimento correcto y pueden debilitarse.

Pero puede suceder algo a mayores y es que se absorban sustancias negativas que, normalmente, son filtradas por la flora intestinal. Al no producirse este filtrado van directamente al organismo dañando en primer lugar al sistema inmunológico que es el primero en verse sometido a un sobre esfuerzo para luchar contra esos tóxicos.

Ahora sabes por qué debes de cuidar tu flora intestinal, consumiendo probióticos naturales como los yogures con bífidus.

¿Qué es la leche sin lactosa?

En alguna ocasión habrás escuchado a algún intolerante a la lactosa comentar que hay ciertas marcas de leche sin lactosa que no pueden tomar o incluso que no toleran ninguna en caso de intolerancia muy severa. Y te habrás preguntado cómo es posible si estamos ante una leche libre de lactosa.

La explicación está en el proceso mediante el cual una leche se certifica como leche sin lactosa. Realmente, la lactosa no se puede extraer de la leche, por lo que se opta por transformarla. Y esto se hace mediante el mismo método que usa nuestro intestino cuando está sano, utilizando una enzima llamada lactasa.

Esta enzima, que se puede crear artificialmente, tiene la propiedad de romper la lactosa de la leche, que es un azúcar de difícil digestión y dividirlo en otros azúcares más fáciles de digerir. Y esto sucede con la mayor parte de la lactosa de la leche, pero, eso sí, siempre queda un pequeñísimo porcentaje en la leche.

Ese porcentaje, muy bajo, no suele afectar a la mayoría de los intolerantes, pero sí puede hacerlo con los que tienen una intolerancia más extrema o incluso puede haber quién tolere una marca de leche y no otra ya que este bajísimo porcentaje puede variar.

El proceso de añadido de la lactasa puede hacer que la leche quede con un sabor dulzón que puede resultar desagradable. Pero hoy, las mejores marcas han conseguido que su leche sin lactosa sepa igual de bien que la normal, consiguiendo así que no se altere el sabor del alimento favorito de muchas personas.

La lactasa se vende también en comprimidos y cápsulas que los intolerantes pueden consumir cuando toman un alimento que contienen lactosa. De esta manera, crean el mismo efecto que ocurre al añadir la lactasa a la leche, se descompone ese azúcar y el alimento ya es apto para el intolerante.

Los comprimidos de lactasa han hecho mucho más agradable la vida de los intolerantes, que ahora pueden ir con sus amigos a lugares como una pizzería y compartir un poco de este alimento sin miedo a los cólicos o a las diarreas que le arruinarían la fiesta.

Lo mismo ocurre con los lácteos sin lactosa, que ya se encuentran en todos los supermercados y que incluso tienen precios muy similares al producto normal, al contrario que al principio que tenían preciso excesivamente elevados.

Las tres natas que siempre debes de tener en la cocina

¿Sabes cuáles son los tres tipos de natas que no pueden faltar en ninguna cocina? Te lo contamos a continuación y te decimos cuáles son las diferencias entre ellas y para qué puedes usarlas con ejemplos muy claros.

La nata de cocinar es una nata con un contenido en materia grasa de aproximadamente un 14%. Su sabor es suave y natural y esto la hace ideal para formar parte de todo tipo de platos. Es la que debes de utilizar si decides cocinar una salsa para tu filete o unos macarrones con nata. Conseguirás también cremas muy suaves, pero sin que se añada dulzor.

La nata para montar es una nata líquida con un alto contenido en materia grasa, normalmente en torno al 35%. Esta es la principal diferencia con la de cocinar ya que ambas son líquidas y muy parecidas en el aspecto. Su sabor es algo más fuerte y es ideal para cocinar todo tipo de postres. Para esto, lo habitual es montarla primero y añadirme azúcar, aunque es posible encontrar nata para montar que ya viene azucarada.

Esta nata se puede usar en bizcochos y tartas sustituyendo a la leche para conseguir postres con un sabor más intenso o con un aspecto más cremoso. Los cocineros con experiencia prefieren la versión que no viene previamente azucarada ya que así la preparan exactamente a su gusto. Pero en muchos hogares usan esta nata para recetas sencillas y al tener el azúcar previamente añadido simplifican todavía más el proceso. Es el caso de montar nata para adornar una tarta.

Por último, nos encontramos también con la nata montada en spray. Suele venir azucarada ya que es complicado añadir azúcar a algo que ya viene montado. Es muy fácil de usar, ya que solo hay que agitar y pulsar y sale un delicioso chorro de nata montada. Por su forma es ideal para adornar tartas y su comodidad la convierte en la opción ideal para postres que no necesitan elaboración, como las fresas con nata o los cafés vieneses.

Existen otros tipos de nata pero ya no resultan tan imprescindibles, al menos no todo el año. Un ejemplo es la nata helada, que en verano puede ser fantástica para añadir a las copas de fruta o para preparar el café bien frío. La nata helada es diferente al helado de nata, que también es delicioso pero con un sabor más suave.