¿Qué hago si mi hijo pequeño tiene obesidad?

La obesidad infantil todavía no es vista como un problema por gran parte de la población. Incluso hay quién continúa pensando que un niño gordito es un niño sano y ya tendrá tiempo de preocuparse por su peso cuando llegue a la adolescencia o a la edad adulta. Pero lo cierto es que la relación entre el niño y la comida debe de trabajarse desde la edad más temprana y un niño obeso tiene muchas papeletas para continuar siendo un adulto obeso.

Y esto, sin tener en cuenta que cada vez son más los casos de menores con problemas de colesterol o incluso de diabetes como consecuencia de una mala alimentación y de un gran sobrepeso. Porque, evidentemente, no hablamos de un par de kilos de más, sino de obesidad.

Si tu hijo comienza a coger peso y ves que sufre de obesidad o va camino de poder padecerla, ponle solución lo antes posible. Un experto en nutrición Vigo puede ser de gran ayuda pero hay que tener en cuenta que debe de implicarse toda la familia y no solo el menor. Porque en esas edades, no se trata de hacer una dieta, sino de aprender a comer correctamente y, dado que el niño no tiene todavía la capacidad de tomar decisiones sobre su comida, es evidente que la responsabilidad es de los padres.

El experto en nutrición dará pautas para comer correctamente sin que el niño pase hambre y pudiendo comer de todo, pero en la justa medida. Lo más seguro es que le dé preferencia a la comida real sobre los platos preparados e insista en que el niño debe de aprender a comer verduras y vegetales en todas sus comidas. También el resto de la familia. También nos dará pautas para introducir estos hábitos de la forma más exitosa posible.

Este trabajo con el nutricionista se complementará con consultas al médico para que realice analíticas y se asegure de que el pequeño no tienen ningún problema de salud y que no sufre carencias de ningún nutriente. 

También se puede completar el trabajo con ejercicio, de lo más recomendable. Pero no se trata de que el niño se meta en actividades extraescolares, que puede ser una buena opción, sino también de que toda la familia cambie su ritmo de vida y pase menos horas sentada ante la televisión y comience a salir a pasear o a realizar actividades al aire libre.

Características de los grupos lácteos

Para todos aquellos que no sepan las características de los grupos lacteos que tomen buena nota porque a través de este artículo los detallamos. Y es que hay bastante desconocimiento al respecto más allá de que son productos que todos tienen en común que están realizados a base de leche.

Pues bien, más allá de eso son productos que suponen la principal fuente de calcio,  junto con la vitamina D y la lactosa, lo que hace que se produzca una absorción más completa del propio calcio con el consabido beneficio que eso puede tener en los huesos.

Los lácteos son alimentos que un alto valor nutritivo que se encargan de preservar el un buen equilibrio en cuanto a sus macronutrientes. Eso sí, tienen una pequeña pega y es que son productos deficitarios en hierro.

No obstante, lo cierto es que la propia grasa de la leche tiene importantes proporciones de ácidos grasos que facilitan la digestibilidad de este tipo de productos, más aún si se toma leche sin lactosa. Esta grasa que se encuentra en la leche está representada por triglicéridos, fosfolípidos y lípidos insaponificables, antioxidantes (tocoferoles) y vitaminas A, D y E.

Por lo que respecta a su contenido proteíco cabe decir que es de un alto valor biológico, ya que presentan todos los aminoácidos esenciales para cubrir las necesidades diarias que se pueden tener. Eso sí, se trata de un alimento a evitar en el caso de que se tenga intolerancia a la lactosa, siendo mejor optar por algún tipo de leche sin lactosa de los que hoy en día se pueden encontrar en el mercado sin mayores problemas. Eso sí, ello no implica que no se puedan tomar otros productos como fermentados como puedan ser el queso y algunos tipos de yogur, ya que su contenido de lactosa resulta más bajo.

Más allá de la leche, el yogur es otro de los lácteos por excelencia. Se trata de un producto derivado de la leche que se obtiene al añadir a la leche hervida, fermentos que degradan la lactosa transformándola en ácido láctico. Y también encontramos el queso que es un producto fresco o madurado, sólido o semisólido, obtenido de la separación del serum después de la coagulación de la leche natural por la acción del cuajo u otro coagulante y que tiene bastante menos lactosa que la propia leche en sí.