Algunos balcones tienen un adorno en hierro que hacen que tengan una gran personalidad. Suelen estar pintados en negro y muy bien preparados para soportar el sol, el agua, el frio y la intemperie en general durante años. Pero todo tiene su progreso y por mucha calidad que tengan las pinturas de estos balcones, con los años el óxido comienza a penetrar y la pintura se salta. Por lo que hay que hacer un mantenimiento para que no se acabe deteriorando y se mantenga igual de bonito que el primer día.
Muchas personas se echan atrás a la hora del mantenimiento al pensar que van a tener que lijar todo el hierro del balcón, pero no es necesario si no hay un deterioro enorme. Tan solo tienes que aplicar un producto especial para el óxido en las zonas en las que notas que puede haber alguna pizca del mismo. Puedes lijar un poco en las mismas para acabar de limpiarlas, pero solo donde el óxido esté más profundo y no desaparezca con el producto. Es muy importante que se elimine todo para que no avance y se frene el deterioro del balcón.
Hecho esto, hay que comprar pinturas para metal de buena calidad, con tratamiento para la intemperie y que sean adecuadas para lo que vamos a pintar. En la tienda nos indicarán cuál es la mejor manera de aplicarlas. Las pinturas más fáciles de aplicar son las de spray. Pero para poder hacerlo tendríamos que poder quitar el metal de su sitio o proteger muy bien todo para que al aplicar el spray no se manche la fachada o no vaya pintura a los cristales del edificio. Si non estamos seguros de poder aplicarlo bien por las condiciones del lugar, hay otras pinturas para brocha o rodillo.
Las brochas y los rodillos tienen que ser adecuados y de muy buena calidad para que no queden las marcas de los brochazos en el balcón. Aplica según las instrucciones y respeta los tiempos de secado. Normalmente, son pinturas pensadas para que las utilicen personas que no son profesionales, por lo que no suelen resultar muy complicadas. Cuando esté bien seco, sácale brillo y verás como tu balcón vuelve a verse como cuando era nuevo y, lo que es más importante, está listo para soportar varios años en las mismas condiciones en las que lo estás viendo.