Detalles que marcan la diferencia

Estaba sentado en el sofá mirando en la tele uno de esos programas de reformas de casas. Me entretienen y son programas bastante ‘blancos’ en los que no se habla de crisis mundiales ni de grandes conflictos universales: entretenerse y evadirse un poco, que de vez en cuando es necesario. Pero además de eso, a los que nos gusta la decoración, los muebles y demás, estos programas nos dan muy buenas ideas. Así fue como me entraron unas irrefrenables ganas de comprar una mesa de centro.

Y muchos dirán que para qué sirve una mesa de centro. Lo primero para estar ahí, entre el sofá y la televisión. Es la típica mesa que cuando se compra se admira y luego se va llenando de libros y revistas hasta que pasa desapercibida. Pero lo que yo buscaba era una combinación entre mueble práctico y estético y por eso busqué por internet para Comprar mesas de centro de diseño moderno. Y empecé a salivar.

Porque a poco que se busque se encuentran cosas preciosas y entonces empiezas a lamentarte por no haber aceptado aquel ascenso que te hubiera supuesto cobrar un poco más y también trabajar otro poco más. Quizás con aquel extra tendría para una mesa de centro de diseño como las de la televisión.

De cualquier manera, era un capricho que me iba a regalar. Y si bien no me llegaba para una mesa de raíz de teca, sí que vi bastantes mesas interesantes en la horquilla de dinero que tenía de presupuesto. Buscaba algo práctico que permitiese guardar libros y revistas, pero sobre todo debía primar la estética: el típico mueble que ves en una habitación y domina al resto por su acabado. 

Por otro lado, para Comprar mesas de centro de diseño moderno hay que saber qué tipo de material le viene bien a tu salón. Yo tenía claro que quería madera así que al final aposté por una mesa de formas redondeadas de precio bastante interesante con un material que simulaba madera, porque si quería madera de verdad el precio se me iba a ir demasiado arriba.

Decorar entradas pequeñas con mucho lujo

Cuando abres la puerta de tu casa lo primero que todo el mundo ve es el recibidor. Algunos se quedan tan solo con esa imagen de tu vivienda. ¿Qué impresión te gustaría que se llevaran? ¿La de un espacio triste o vacío o la de un rincón repleto de glamour incluso cuando no sea excesivamente grande?

Para conseguirlo, al Comprar muebles de entrada debes tener en cuenta una serie de consejos básicos. Para empezar, el tamaño del mueble tiene que estar en consonancia con el tamaño de tu recibidor. No vale eso de que como cabe, lo voy a poner. No solo tiene que caber, tiene que verse equilibrado.

Si tu entrada es muy pequeña seguramente las consolas suspendidas sean la mejor opción ya que dejarán libre todo el suelo y visualmente parecerá que tienes un espacio mayor. Elige un mueble en tonos claros, porque también darán sensación de luz y de amplitud.

Para completar tu consola, puedes elegir un espejo a juego. Se llevan con formas geométricas y algunos adornos al más puro estilo años veinte, sí, pero del siglo pasado. Todo lo que nos recuerde a los felices años veinte será tendencia en esta nueva década de los veinte que ha comenzado con el pie un poco torcido.

El espejo también dará más luz y sensación de espacio, especialmente si se escoge uno algo grande. Con este conjunto podemos tener suficiente para una entrada de pequeño tamaño, pero no es la única opción con la que podemos contar.

Si tu entrada tiene que ser también lugar de almacenaje para algunas prendas, puedes escoger un mueble que sea además zapatero. O, si cabe en el espacio, un mueble que tenga un banco y perchero para dejar los abrigos.

Banco que además es espacio de almacenaje para abrigos y perchas son la combinación ideal para que, al llegar a casa, se pueda dejar la ropa de la calle y entrar en el interior del hogar sin zapatos sucios o abrigos que gotean agua. Si se escoge una bonita tela de tapizado, puede resultar coqueto y muy elegante.

Para los recibidores realmente minúsculos existe la opción de un gran espejo para verse de cuerpo entero y aumentar el espacio visualmente hablando y, a cada lado de este, una percha colocada directamente en la pared. Una opción muy minimalista pero práctica y bonita si se elige, por ejemplo, un lacado en blanco y negro muy glamouroso.