La ‘Ciudad Olívica’ es sinónimo de naturaleza, arquitectura, buena comida y mejores playas. Cuando se descubre Vigo a través de sus barrios y distritos, tarde o temprano se entiende que Bouzas concentra como ningún otro los principales atractivos del municipio pontevedrés.
Más que Alcambre, Navia, Oia y otros barrios, Bouzas refleja el espíritu marinero del litoral de Galicia, con un paseo marítimo de tres kilómetros y una ‘legión’ de embarcaciones adornando sus costas, donde los destinos de sol y playa sorprenden al público visitante.
O Adro destaca entre los arenales más frecuentados, con cerca de quinientos metros de longitud y diez metros de ancho. Dispone de ‘Bandera Azul’ y goza de una ubicación céntrica. Otro tanto puede decirse de Bouzas, la playa por excelencia de este barrio costero. Sus arenas finas y aguas claras invitan a relajarse al final de día o divertirse con deportes acuáticos.
Por su parte, la iglesia de San Miguel de Bouzas es una invitación sincera a explorar las raíces religiosas del barrio. Este templo cristiano se erigió a mediados del siglo dieciséis, y su bella arquitectura ha resistido admirablemente el paso de los años. En sus inmediaciones se sitúa la pérgola del arquitecto Jenaro de la Fuente Álvarez.
Para adquirir productos frescos de la localidad, no hay nada como visitar el mercado de Bouzas, en activo desde la década de los veinte. En sus puestos, que se organizan todos los miércoles y domingos entre el Liceo Marítimo y la calle Eduardo Cabello, es posible encontrar prácticamente de todo.
Los turistas con aficiones gastronómicas, Bouzas no decepciona gracias a la calidad y variedad de sus establecimientos, cuya carta de sabores hace hincapié en los productos del mar. Las tabernas, mesones y restaurantes como La Tula, Habemus, Tragad’eira, Patouro, Bar Ribeiro, Lua Chea, La Carpintería o Bar Mondariz son una parada obligada.