Para todos aquellos que no sepan las características de los grupos lacteos que tomen buena nota porque a través de este artículo los detallamos. Y es que hay bastante desconocimiento al respecto más allá de que son productos que todos tienen en común que están realizados a base de leche.
Pues bien, más allá de eso son productos que suponen la principal fuente de calcio, junto con la vitamina D y la lactosa, lo que hace que se produzca una absorción más completa del propio calcio con el consabido beneficio que eso puede tener en los huesos.
Los lácteos son alimentos que un alto valor nutritivo que se encargan de preservar el un buen equilibrio en cuanto a sus macronutrientes. Eso sí, tienen una pequeña pega y es que son productos deficitarios en hierro.
No obstante, lo cierto es que la propia grasa de la leche tiene importantes proporciones de ácidos grasos que facilitan la digestibilidad de este tipo de productos, más aún si se toma leche sin lactosa. Esta grasa que se encuentra en la leche está representada por triglicéridos, fosfolípidos y lípidos insaponificables, antioxidantes (tocoferoles) y vitaminas A, D y E.
Por lo que respecta a su contenido proteíco cabe decir que es de un alto valor biológico, ya que presentan todos los aminoácidos esenciales para cubrir las necesidades diarias que se pueden tener. Eso sí, se trata de un alimento a evitar en el caso de que se tenga intolerancia a la lactosa, siendo mejor optar por algún tipo de leche sin lactosa de los que hoy en día se pueden encontrar en el mercado sin mayores problemas. Eso sí, ello no implica que no se puedan tomar otros productos como fermentados como puedan ser el queso y algunos tipos de yogur, ya que su contenido de lactosa resulta más bajo.
Más allá de la leche, el yogur es otro de los lácteos por excelencia. Se trata de un producto derivado de la leche que se obtiene al añadir a la leche hervida, fermentos que degradan la lactosa transformándola en ácido láctico. Y también encontramos el queso que es un producto fresco o madurado, sólido o semisólido, obtenido de la separación del serum después de la coagulación de la leche natural por la acción del cuajo u otro coagulante y que tiene bastante menos lactosa que la propia leche en sí.