La carne de ave es de la que tiene mejor prensa porque es muy saludable. El pollo y el pavo son las carnes de ave más consumidas en nuestro país y destacan porque tienen muy poca grasa, sobre todo las pechugas y, además, pueden cocinarse de muchísimas formas. Pero también podemos encontrar cortes más jugosos, como los muslos y contramuslos que, sin dejar de ser carne sana resultan menos secos y tienen más sabor.
Por supuesto, las alitas de pollo también forman parte de la carne de ave, aunque en este caso es la parte más grasa y por tanto la menos recomendada si el objetivo es tratar de perder peso. Pero es ideal para un capricho que siempre será mucho mejor que otros como hamburguesas industriales de cerdo o de ternera.
Otra de las ventajas de la carne de ave es que tiene un precio muy aceptable, sobre todo si se compra el pollo entero. En casa se puede cortar como más nos guste o pedirle al carnicero que lo trocee. Esto es ideal para la vivienda. Pero en la hostelería hay trozos de pollo que no se trabajan y normalmente, en los menús se ofrecen sobre todo los muslos y en algunos casos las pechugas. Por eso, lo habitual es comprar tan solo estos cortes. Incluso pechugas ya fileteadas para poder ofrecer este plato ya sea a la plancha o en milanesas.
Las aves congeladas que se venden ya troceadas son una excelente opción para la hostelería para poder tener siempre a mano estos cortes que necesitan y en cantidad. Y de una manera muy limpia y además en tamaños bastante similares, para que las raciones sean equitativas.
Además del pollo y de los cortes de pavo, también se pueden comprar congelados pollos picantones, para servir enteros o sabrosas codornices. Este tipo de platos son muy apreciados en diferentes preparaciones y presentaciones. Las pechugas de codorniz son un plato de prestigio por el que algunos restaurantes llegan a hacerse conocidos. Bien preparadas pueden atraer a mucha gente que acuda para poder saborear esta delicia.
Pero incluso si lo que preparas en tu restaurante son tapas de diferentes tipos, puedes comprar el pollo congelado ya cortado en tiras para empanar o en tacos para adobar, dos peticiones muy solicitadas por quienes quieren un picoteo delicioso y muy económico que, además, no da mucho trabajo a la cocina.