Músicos, actores, diseñadores, pintores, cineastas… Ellos conforman uno de los bienes más preciados de una sociedad y son el motor de cambio de la misma. Somos cada vez más conscientes de la importancia de la cultura y el arte como factor de desarrollo, y es por ello que a día de hoy, adquieren valor lugares donde impulsar la creación. Es el caso de TAI, un Centro universitario de artes multidisciplinar que pone todo su empeño en este cometido.
En TAI se estudian grados, diplomaturas, masters y cursos de experto, repartidos en tres facultades: la Facultad de Artes Escénicas & Música, la Facultad de Artes Visuales & Creación Digital y la Facultad de Cine. El resultado es una amplia oferta formativa que abarca desde carreras tan completas como los grados de Artes Escénicas-Interpretación o de Fotografía, a postgrados de materias más específicas como los masters de Montaje y Postproducción o de Composición de Músicas Contemporáneas, por poner solo algunos ejemplos.
Pero la virtud de TAI es que el centro intenta conectar y aglutinar a todos sus estudiantes para hacerlos trabajar en proyectos comunes que dan como resultado obras de gran calidad, porque cada integrante aporta los saberes específicos en los que se está formando. Así es común que los estudiantes de Artes Escénicas participen como actores en los proyectos audiovisuales de los alumnos de Cine o que los estudiantes de Música les hagan las bandas sonoras, con lo que el resultado de las piezas es absolutamente profesional.
Más allá de los beneficios prácticos a corto plazo, este sistema consigue entablar relaciones entre futuros profesionales que, al concluir sus estudios en TAI, ya han creado nexos para trabajar juntos en el mercado laboral cultural. También el centro se preocupa por la empleabilidad de sus estudiantes a varios niveles: impartiendo contenidos que responden a la realidad de la industria cultural actual en la que van a desarrollar sus vidas profesionales, ofertando prácticas externas a todos los interesados o potenciando y haciendo de mentoring del talento que atesora en sus aulas. Es un sistema de networking que opera de una manera orgánica y que a la vista está que funciona, porque según los datos de TAI, más del 84% de sus exalumnos consigue trabajo al terminar sus estudios.
Pero, como decimos, la ganancia fundamental que consiguen instituciones como TAI no sólo la disfruta su alumnado: cuidar y potenciar el patrimonio cultural es una labor con la que la sociedad en su conjunto sale ganando.