Muchas personas se plantean si son necesarios realmente los Seguros de salud o si es suficiente con la cobertura pública. Los seguros de salud tienen su razón de ser y permiten cosas que no son posibles en la sanidad pública. La necesidad o no de los mismos dependerá de cómo valore cada persona estas cosas que marcan la diferencia.
Por ejemplo, si tienes que estar hospitalizado en un hospital público, estarás en aquel que te corresponde por área y compartirás habitación con al menos otra persona. Dependiendo del hospital, contarás con servicios como televisión (de pago) o baño en la habitación pero sin que estén garantizados. Para el acompañante, un sillón será todo lo que se proporcione.
Pero si se cuenta con un seguro de salud, la habitación va a ser individual y el acompañante tendrá derecho a dormir en una cama acompañando al enfermo. Además, se podrá escoger el centro en el que se desea ingresar sin tener que ser necesariamente el del área en la cual se está viviendo.
Esto puede no ser muy importante cuando quién ingresa es una persona joven que se vale bien y que solo va a estar unos días en el hospital, pero marca una gran diferencia si quién ingresa es alguien mayor o si se va a estar mucho tiempo. Y también si el ingreso es por parto, ya que permite una gran intimidad para la madre y para la familia.
Pero la mayoría de la gente que recurre a un servicio médico privado lo hace por la rapidez a la hora de conseguir una cita y también por la facilidad para realizar todo tipo de pruebas. Esto hace que se sientan mucho más tranquilos ya que cuando quieren acudir al médico pueden elegir a cuál ir y hacerlo en plazos de tiempo muy cortos. El poder realizar las pruebas, aunque sean con copago, hace que los diagnósticos sean mucho más rápidos, lo que da una gran tranquilidad a la persona.
En el caso de personas de cierta edad, una de las razones para contratar estos seguros es la tranquilidad de poder recibir una atención geriátrica especializada y poder contar con las visitas a domicilio. No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las compañías ofrecen seguros para personas de edad avanzada, por lo que hay que buscar cuál podría adaptarse al caso concreto.