El desayuno es una comida muy importante, pero se debe de hacer en función de la actividad física que se realiza. Os presentamos tres tipos de desayuno muy saludables para personas con distintos grados de actividad.
Desayuno para personas con actividad muy intensa
Pensados para quienes van al gimnasio nada más levantarse y, a continuación, afrontan una jornada laboral con actividad física. Pueden completar el desayuno con una barrita energética a media mañana acompañada de un vaso de batido con yogur.
El desayuno comienza con un café con Leche semidesnatada Ecológica sin lactosa para los intolerantes a este azúcar y normal para quienes no tienen problemas, un plato de muesli especialmente preparado con avena y frutos secos y acompañado de yogur natural y un plátano. El muesli se puede sustituir por una alternativa salada, como un sándwich de pavo con aguacate y tomate y un yogur con frutos secos.
Desayunos para personas con actividad media
Es el desayuno ideal para quienes no van a ir al gimnasio, pero sí que realizan actividad física durante toda la mañana. Pueden completar el desayuno con un café y una tostada con jamón a media mañana para coger fuerzas.
Un café con leche semidesnatada ecológica, unos huevos revueltos elaborados por un huevo completo y la cantidad de claras que se deseen y completados con jamón dulce y una tostada de pan. A mayores, una pieza de fruta. Con este desayuno consiguen tomar altas dosis de proteínas muy saciantes y que ofrecen mucha energía, pero también hidratos gracias a la tostada, grasas saludables procedentes de la yema del huevo y fibra y azúcar de la fruta.
Desayunos para personas con actividad ligera
Son los desayunos perfectos para quienes tienen una vida relajada desde el punto de vista del esfuerzo físico. Por ejemplo, aquellos que realizan trabajos de oficina. No necesitan una gran cantidad de calorías ni aportes extras, por lo que pueden permitirse un desayuno saludable y ligero que pueden fortalecer con un café y una pieza de fruta a media mañana.
Un café con leche ecológica desnatada, un yogur, una pieza de fruta y una tostada con jamón serrano es un desayuno perfecto. Los lácteos y el jamón aportan una buena cantidad de proteínas, así como una ligera cantidad de hidratos que se completa con el aporte de la tostada. La fruta completa el desayuno con la dosis de vitaminas, azúcar y fibra necesarias.