Las puertas acorazadas Vigo son un elemento de seguridad destinado a elevar el grado de protección de una puerta frente a cualquier intento de forzado, incluyendo los allanamientos con maquinaria y herramientas sofisticadas.
La consideración de «acorazada» se aplica sólo a las puertas de grado 3, 4 y 5 de protección ante vandalismo e intrusión, formalmente denominadas ‘antiefracción’ en la normativa UNE 1627 del año 2011. Se caracterizan por disponer de numerosos puntos de anclaje en todos los extremos del marco, una doble capa de acero interna y un diseño especial para el marco de acero, fabricado en una pieza única.
Concretamente, los anclajes antipalanca mantienen fijan la puerta al marco por sus secciones laterales, superior a inferior. Estos elementos se liberan o cierra cuando el usuario acciona la cerradura, y por tanto su forzamiento es inútil en teoría.
La cerradura es otro de los componentes estrella en una puerta acorazada. A diferencia de los bombillos convencionales, estos incorporan piezas diseñadas para neutralizar la acción de taladros y de herramientas de bumping para forzar su apertura.
El marco se fabrica en acero o hierro, en una pieza uniforme, para garantizar una óptima fijación de la puerta a la construcción. El premarco también se desarrolla en materiales de alta resistencia.
Como el resto de elementos, las bisagras integran sistemas de protección antipalanca, y a diferencia de los modelos al uso, son capaces de desplazar un mayor peso. Esta cualidad es muy necesaria. Las hojas de una puerta acorazada está equipada con un cero de acero de varios milímetros, que la hacen particularmente robusta y pesada.
Para identificar este tipo de puertas y evitar ser objeto de engaños, el consumidor no precisa de conocimientos técnicos. Es suficiente con revisar las certificaciones del producto: EN 1627-30 y EN 1630-2 son la norma europea.