Las terrazas están de moda y son uno de los mayores atractivos de cualquier local en muchas ciudades. Existen terrazas de diferentes tipos y una de las mayores distinciones es la que se realiza entre terrazas permanentes y terrazas de quita y pon. Las primeras están situadas en estructuras fijas que no es necesario desmontar y en el interior de las cuales las mesas y las sillas quedan durante todo el día, incluso en las horas en las que no abre el establecimiento.
Las terrazas de quita y pon son aquellas que se sitúan, por ejemplo, sobre la acera y que al acabar la jornada se recogen, llevando las mesas y las sillas para el interior del local. Es un trabajo realmente incómodo y en algunas ocasiones no se ponen más mesas y sillas porque no hay espacio para guardarlas durante la noche.
Las mesas plegables para hosteleria son una solución a este problema ya que permiten recoger las mesas y que estas se guarden en muy poco espacio. Si se combinan con sillas que no sean de gran tamaño y puedan apilarse, no será necesario tanto hueco para poder tener la terraza recogida en poco sitio y, además, de una manera rápida.
Las mesas plegables permiten que se desplieguen solo las mesas necesarias, pudiendo ponerlas todas o solo aquellas que hacen falta o que se calcula que pueden hacer falta, ahorrándose trabajos que no son imprescindibles.
Es importante elegir un modelo que tenga un tamaño y una estabilidad que le ofrezca comodidad al cliente. Este no tiene que notar que está en una mesa plegable ya que tiene que ofrecer el mismo espacio y la misma sensación que una mesa fija. Además, deben de ser atractivas y casar con la imagen general del establecimiento, para que los clientes se sientan inclinados a sentarse en esa terraza en concreto, para disfrutar de una bebida o de una comida en el exterior.
Las mesas plegables son ideales para locales que solo montan terrazas en verano o en fines de semana, porque podrán guardarse en un trastero o almacén sin que supongan un problema de espacio. Las sillas también pueden ser plegables para estos casos, reduciendo así al mínimo el lugar que ocupan para poder ser guardadas hasta la siguiente oportunidad de montar la terraza y comenzar a atender a los clientes que las ocupen.