¿Cuándo debemos extraer un lunar?

Los lunares son habituales en prácticamente todas las personas y la mayoría de ellos no tienen mayor problema. Pero hay que vigilarlos siempre, ya que cualquier cambio en ellos podría ser un síntoma de que algo va mal y que el lunar podría estar volviéndose maligno.

Cambios en la forma, en el color, que de repente comiencen a picar o que crezcan son algunas de las señales de que hay que acudir a Especialistas dermatologia medica quirurgica para que hagan una valoración. Si ven que el lunar puede ser peligroso, pueden decidir la extracción del lunar y su posterior estudio para saber si es o no maligno.

En estos casos, el lunar se extrae de raíz y se limpia un poco la zona de alrededor. Normalmente, un par de puntos son suficientes para cerrar la herida y una vez cicatrizada prácticamente no se va a ver, aunque siempre va a depender del tamaño de este y de su profundidad.

Los dermatólogos también pueden recomendar extraer un lunar en el caso de que esté situado en una zona problemática donde sufre roces con la ropa y pueden hacerse heridas sobre él. Esto puede suceder con lunares abultados, que son los más propensos a este tipo de accidentes. Para evitar que las heridas repetidas sobre el lunar puedan llegar a ser un problema mayor, se recomienda la extracción del mismo y se elimina así el factor de riesgo.

Pero ¿es posible extraerse un lunar por motivos puramente estéticos? La respuesta es que sí. El especialista decidirá cuál es la mejor manera de hacerlo en función del lugar en el que esté el lunar y de su tamaño y características. Existen diferentes técnicas para extraer el lunar y será el cirujano el que decida cómo llevarlo a cabo.

Cuando el motivo es puramente estético, también se puede emplear el láser para eliminar el lunar, tal como se hace con otras manchas de la piel. En este caso, el procedimiento es más lento pero no conlleva cicatrices de ningún tipo, lo que es una gran ventaja cuando el lunar está, por ejemplo, en el rostro.

La cirugía para extraer lunares es sencilla, se lleva a cabo con una anestesia local y el paciente se va a casa al momento, solo con unas instrucciones para cuidar la herida. Por eso, no hay que preocuparse en el caso de que recomienden esta técnica para un lunar.