Islas pequeñas y habitadas: un destino turístico de creciente popularidad

Casi doscientas islas e islotes forman parte del territorio nacional, pero sólo una porción de ellas permanece habitada. Las hay que acogieron fortalezas militares y poblaciones estables en el pasado, para desaparecer con el devenir de los siglos.

En galicia islas ons conviven más de sesenta personas, población nada despreciable a la luz de los menos de cinco mil kilómetros cuadrados que limitan la superficie de la isla.

Perteneciente al Parque Natural de las Islas Atlánticas, Ons es un destino muy popular entre los turistas nacionales y extranjeros. De ahí que el cupo de visitantes se agote año tras años, llegando a superar las cincuenta mil llegadas en la primera mitad del verano.

Fuera del territorio gallego —del que podrían destacarse docenas de islas similares a la de Ons—, el viajero encontrará otros destinos isleños de interés, como Tabarca o Isla Plana. Se sitúa en unos veinte kilómetros de Alicante y está habitada a la postre por cincuenta habitantes.

La de Tabarca es una isla que, pese a tener una superficie de menos de medio kilómetro cuadrado, acumula un patrimonio histórico de excepción. El viajero no desaprovechará la ocasión de explorar la Torre de San José, la Cruz del Capitán, el Faro Tabarca y otros enclaves turísticos.

Con seiscientos habitantes, La Graciosa es un destino codiciado por el público turista gracias a sus paisajes y pueblos marineros. Forma parte de la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo, y cuenta con dos localidades —Caleta del Sebo y Pedro Barba— con rincones como la Playa de las Conchas.

La Isla de Buda engrosa esta lista pese a que su población está compuesta por un único habitante, Guillermo Borés. Medio siglo atrás, este humedal próximo a Deltebre, en Cataluña, contaba con doscientos habitantes. Hoy es famoso por sus manadas de caballos salvajes y sus bosquecillos de eucaliptos.

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