No pagues al banco por guardarte el dinero

¿Te imaginas poder abrir cuenta corriente sin comisiones? A nadie le agrada tener que pagar al banco por meter el dinero, sobre todo porque hoy es imprescindible contar con una cuenta corriente y estas no dan ningún beneficio por lo que haya depositado en ellas.

Muchos bancos saben que sus clientes están atrapados porque necesitan tener la cuenta corriente para poder pagar sus recibos mensuales y se aprovechan de ello cobrando comisiones prácticamente por todo: por la tarjeta de débito, por la de crédito, por el mantenimiento de la cuenta etc. A final de año, muchas personas hacen cuentas y descubren que pagan fácilmente entre cien y doscientos euros por estas comisiones. ¿No sería perfecto poder evitarlas?

Pero lo peor es que, mientras que cobran prácticamente por todo, los servicios que ofrecen los bancos son cada vez menos. Ahora muchos de ellos ya no permiten que el cliente ingrese su dinero en la ventanilla, sino que tiene que hacerlo en el cajero automático. Y si quiere realizar una transferencia, tiene que hacerlo en su banco online.

En las ventanillas, el trabajo se reduce a pagar recibos a regañadientes y solo en horarios muy limitados y poco más. El resto de las cosas tienes que hacerlas tú mismo en un cajero automático, a través de tu teléfono o del ordenador de casa. Siendo así, ¿de verdad necesitas un banco con oficinas físicas?

No, no lo necesitas y por eso es el momento de cambiarse para un banco online y comenzar a disfrutar de las ventajas que estos ofrecen, entre las que se encuentran las cuentas corrientes sin comisiones. Un ahorro importante, como hemos visto.

Los bancos online ofrecen todos los servicios de una oficina física, pero con la comodidad de que lo haces desde tu casa, en el horario que quieres y, al menos con ellos, sin pagar nada por manejar tu cuenta. Porque ya que tú te haces el trabajo sin ayuda de nadie, no vas a pagar encima por ello al banco.

Existen muchos bancos online, pero lo más importante a la hora de escoger uno es que sea un banco estable y conocido. Lo segundo más importante es que tenga un amplio número de cajeros automáticos de los que puedas disponer. Estos bancos usan las redes de cajeros automáticos que también usan los bancos físicos, por lo que no es complicado encontrarlos.

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