Los colchones de látex fueron el top gama de los colchones que se vendieron en España durante al menos una década. Pero en los últimos años han dejado de ser la elección de la mayoría de las personas que buscan canapes y colchones para renovar o para montar su habitación.

El látex se vendió como un material de gran firmeza, lo que era perfecto para la espalda y para todos los dolores musculares. Estábamos en la época en la que muchos médicos recomendaban poner una tabla debajo del colchón para dormir mejor, en lugar de comprar un colchón de más calidad o un mejor canapé.

Pero con el paso del tiempo, la gente se dio cuenta de que ese tipo de colchones eran demasiado rígidos y no se adaptaban al cuerpo, por lo que en lugar de mejorar problemas en muchos casos los agravaban. A algunas personas les gustaba la firmeza de estos colchones pero para otros que tenían dolores musculares y articulares, no fue así. Al contrario, se sentían más doloridos.

Con el tiempo se supo que era mucho mejor que el colchón cediera ligeramente adoptando la forma del cuerpo de la persona, pero sin hundirse, una cualidad que ha llegado de manos de la viscolástica que permite descansar de una manera más natural y más cómoda.

Otra de las cualidades del látex es la de que no guarda ácaros, siendo mucho más limpio que los colchones tradicionales en este sentido, por lo que se vendía como la panacea para quienes tenían alergia. Sin embargo, el látex en sí mismo produce alergias y son muchas las personas para las que dormir sobre estos colchones era causa de irritaciones y de picores.

Además de esto, la gente encontraba estos colchones muy pesados para el día a día. No podían airearlos ni cambiarlos de posición y tampoco podían usarlos en canapés lisos, sino que eran para uso exclusivo en somieres de láminas. Todo esto hizo que muchas personas que habían gastado mucho dinero en el colchón, acabaran quitándolo o cubriéndolo con un colchoncillo de viscoelástica para poder descansar de forma más cómoda.

El látex continúa presente en el corazón de algunos colchones de viscoelástica, pero la mayoría prefieren que la parte central del colchón sea de muelles, ya que los modernos sistemas que no hacen ruido y que duran mucho más tiempo resultan cómodos y muy duraderos.