Baiona es un lugar que durante el verano siempre está lleno de gente. ¿Qué tiene este pequeño pueblo de la costa para atraer a tantos? Pues estas son algunas de las cosas que enamoran en Baiona.
- El casco viejo. Es pequeño pero con tanto encanto que cada rincón te parecerá especial. Puedes dar un buen paseo por sus calles, algunas muy estrechas, y disfrutar de tomarte algo o de comer en alguno de los numerosos locales en los que disfrutar de una excelente cocina gallega. Por supuesto, no faltan las típicas ofertas de marisco, algunas pensadas para visitantes y otras a base de auténtico producto gallego de calidad extra.
- La réplica de La Pinta. La Pinta fue una de las tres carabelas de Colón en el viaje en el que se descubrió América. Y el primer lugar al que llegó La Pinta tras el viaje, fue a Baiona. Por eso, en el muelle, conservan una réplica a tamaño real de la misma que puede visitarse por un módico precio. Así, se podrá ver cómo era viajar en aquella época y en qué condiciones los marineros cruzaron el Atlántico tanto de ida como de vuelta, pasando a la historia por el descubrimiento de las nuevas tierras.
- Las Cíes. Realiza una reserva para ser uno de los afortunados que pueden entrar cada día en el paraíso. Y es que las Cíes, como cualquier paraíso, no está al alcance de cualquiera y es totalmente imprescindible realizar una reserva para tener la autorización que permita comprar los billetes de barco a cies desde baiona y vivir una experiencia de lo más especial. Recomendamos que la excursión dure todo el día porque te va a saber a poco una vez allí.
- El parador de turismo. Está situado en la península de Monterreal. Originalmente, era una fortaleza amurallada y todavía conserva parte de la estructura original. Su situación es absolutamente envidiable, porque está al borde del mar, con unas impresionantes vistas de la ría y de las islas Cíes. Incluso si no vas a quedarte en el parador, puedes ir a visitar sus jardines y disfrutar de sus vistas.
- Una visita nocturna. De noche todo es completamente diferente y en Baiona parece que la magia invade el pueblo al caer el sol. Las vistas son mucho más bonitas desde cualquier lugar y las luces hacen que todo tenga un toque de misterio. Lo que hayas visto durante el día, vuélvelo a ver por la noche y te parecerá diferente.