5 visitas imprescindibles en Baiona

Baiona es un lugar que durante el verano siempre está lleno de gente. ¿Qué tiene este pequeño pueblo de la costa para atraer a tantos? Pues estas son algunas de las cosas que enamoran en Baiona.

  1. El casco viejo. Es pequeño pero con tanto encanto que cada rincón te parecerá especial. Puedes dar un buen paseo por sus calles, algunas muy estrechas, y disfrutar de tomarte algo o de comer en alguno de los numerosos locales en los que disfrutar de una excelente cocina gallega. Por supuesto, no faltan las típicas ofertas de marisco, algunas pensadas para visitantes y otras a base de auténtico producto gallego de calidad extra. 
  2. La réplica de La Pinta. La Pinta fue una de las tres carabelas de Colón en el viaje en el que se descubrió América. Y el primer lugar al que llegó La Pinta tras el viaje, fue a Baiona. Por eso, en el muelle, conservan una réplica a tamaño real de la misma que puede visitarse por un módico precio. Así, se podrá ver cómo era viajar en aquella época y en qué condiciones los marineros cruzaron el Atlántico tanto de ida como de vuelta, pasando a la historia por el descubrimiento de las nuevas tierras.
  3. Las Cíes. Realiza una reserva para ser uno de los afortunados que pueden entrar cada día en el paraíso. Y es que las Cíes, como cualquier paraíso, no está al alcance de cualquiera y es totalmente imprescindible realizar una reserva para tener la autorización que permita comprar los billetes de barco a cies desde baiona y vivir una experiencia de lo más especial. Recomendamos que la excursión dure todo el día porque te va a saber a poco una vez allí.
  4. El parador de turismo. Está situado en la península de Monterreal. Originalmente, era una fortaleza amurallada y todavía conserva parte de la estructura original. Su situación es absolutamente envidiable, porque está al borde del mar, con unas impresionantes vistas de la ría y de las islas Cíes. Incluso si no vas a quedarte en el parador, puedes ir a visitar sus jardines y disfrutar de sus vistas. 
  5. Una visita nocturna. De noche todo es completamente diferente y en Baiona parece que la magia invade el pueblo al caer el sol. Las vistas son mucho más bonitas desde cualquier lugar y las luces hacen que todo tenga un toque de misterio. Lo que hayas visto durante el día, vuélvelo a ver por la noche y te parecerá diferente.
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