MI ÚLTIMO GRAN VIAJE

Todos nos hemos dado cuenta de que si quieres aparcar facil en barajas, lo más sencillo es aparcar nuestro coche en uno de los parkings cercanos al aeropuerto, ya que allí siempre queda a buen recaudo para cuando vuelvas de tu viaje. Por lo menos es lo que hago yo siempre que me voy de viaje, que no es que sea demasiado a menudo ya que no soy muy aficionado a viajar por culpa de mi fobia a tener que probar comidas nuevas. Nunca me ha gustado tener que probar comidas nuevas pero eso es más que nada porque hay muchas cosas que no me gustan y prefiero no poner a nadie en un aprieto. Por ejemplo, cuando fui a Holanda hace ya unos quince años solamente me alimenté a base de porciones de pizza y menos mal que la pizza que probé en el primer sitio en el que entré estaba muy buena. No me hizo falta más, pizza de jamón y queso y patatas fritas es más que suficiente para que alguien como yo resista durante unos días sin tener que probar nada raro, que estoy seguro de que no me iba a gustar. En algunas calles pasábamos muy cerca de algunos restaurantes pero por allí me olía muy fuerte a especias y ese olor no me gustaba nada de nada. En ese viaje lo pasamos francamente mal a la hora de tener que andar en llano, ya que por la geografía de nuestra ciudad estamos más acostumbrados a subir y bajar cuestas que a tener que andar todo el tiempo en llano. Andar tanto  tiempo en llano solamente hacía que nos dolieran los talones constantemente y además como uno de los que venían conmigo estaba mal de una rodilla no pudimos alquilar bicicletas, lo cual nos hubiese ayudado mucho y no hubiésemos tenido que andar tanto y tanto tiempo. Y en ese viaje también me quedé impresionado cuando vi la cantidad de bicicletas que había aparcadas en las aceras y me preguntaba cómo harían para saber cual es la de cada uno, aunque supongo que la experiencia lo hace todo más sencillo.

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